El tiempo es el recurso más escaso, y a menos que sea bien administrado, ninguna otra cosa se puede administrar.
Peter Drucker

lunes, 22 de junio de 2015

Gestión del tiempo: Las excusas del tiempo

 “El hombre nace libre, responsable, y sin excusas”, decía Jean Paul Sartre. Con el correr del tiempo, algunas personas deciden seguir siendo libres y responsables, y otras se dedican a buscar excusas para no serlo. El tiempo, que poco o nada tiene que ver directamente con la libertad y la responsabilidad, se ha convertido en una fuente inagotable de excusas, las cuales en realidad denotan una falta de responsabilidad de quien las usa. Veamos algunas de las excusas más comunes que usan ciertos trabajadores, de cualquier nivel y cuál es la realidad que suelen esconder.

La excusa
La realidad
Tengo demasiado trabajo y poco tiempo para hacerlo.
No sé organizarme, no establezco prioridades, y le dedico mucho tiempo a asuntos de poca importancia.
No me alcanzó el tiempo.
El tiempo lo dediqué a otros asuntos.
Todavía hay tiempo.
No me provoca hacerlo, así que lo dejaré para después.
Trabajo mejor bajo presión.
Lo voy a dejar para última hora.
Necesito más tiempo.
Lo dejé para última hora y no va a estar listo para cuando tenía que estar listo.
Estoy esperando por…
Dependo de otra persona para completar el trabajo y no le he hecho seguimiento.
Tengo que trabajar horas extras
Las horas normales se las dediqué a otros asuntos
Me interrumpen constantemente
No sé decir NO
No sé por dónde comenzar
No sé cómo establecer prioridades
Yo tengo que hacerlo todo.
No sé delegar.


La gestión efectiva del tiempo está basada en una premisa: sólo yo soy responsable de mí tiempo. Todos tenemos demandas sobre nuestro tiempo –nuestros jefes, los compañeros, los clientes- pero al final soy yo quien debo decidir cómo usar cada momento.

 Siempre hay buenas excusas para justificarse, pero las personas que son realmente libres y responsables dedican su tiempo a hacer, no a excusarse.



lunes, 8 de junio de 2015

Gestión del tiempo - Aquí falta alguien

Con frecuencia escuchamos esta frase a participantes en nuestros cursos, generalmente refiriéndose a sus jefes. Percibimos que lo dicen porque al ir analizando cada tema que se desarrolla sienten que las soluciones encontradas involucran a otras personas que no  se encuentran presentes. Es muy distinto cuando logramos reunir en un sólo curso, o programa de cursos, a todos los integrantes de la organización, incluyendo Supervisores y Gerentes.

Esta preocupación tiene sentido. Sería ideal, una vez  identificado un problema relacionado con la gestión del tiempo, y diseñada una  posible solución,  ponerse de acuerdo con todos los involucrados. Al no suceder esto, en muchos casos se genera frustración. Muchos participantes expresan que la mayoría de los problemas relacionados con la gestión del tiempo vienen de arriba, al no clarificarse las metas grupales e individuales e irrespetar el tiempo de los subordinados.

Nuestra recomendación más frecuente  consiste en sugerirles que no deben esperar a que todas las personas involucradas en una situación o problema estén  juntas para solucionarlo. Las soluciones comienzan en el ámbito personal. Yo debo cambiar primero para poder generar cambios en los demás. No debe ser una excusa el hecho de no haber podido reunir a todos los involucrados si no he comenzado mi cambio personal. En el caso de quien percibe que su tiempo es irrespetado, recomendamos una comunicación asertiva, abierta y sincera, que incluya la clarificación de los asuntos que son importantes y aquellos que no lo son, para poder realmente enfocarse en los primeros.

Identificar los problemas y buscarle soluciones en el ámbito personal es el primer paso para que se realice ese cambio que produzca una nueva actitud. Somos agentes de cambio y tenemos la posibilidad de influir en nuestro entorno, incluso en nuestros jefes. Nuestra disposición es fundamental. El cambio que hagamos generará cambios en los demás.


Proponerse a cambiar es el deseo de muchos de nuestros participantes que saben que la situación en su medio de trabajo tiende a permaneces igual a menos que haya una fuerza que impulse al cambio. Y esa fuerza está dentro de cada individuo, si se lo propone y actúa en consecuencia. 


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Fecha estimada de publicación: 22 de junio de 2015